lunes, abril 09, 2007

POR QUÉ LOS PERUANOS ESTAMOS MAL

Cuando escucho a los voceros del gobierno decir que estamos muy bien y camino al despegue (del desarrollo supongo), eso me produce una sensación de desconcierto, pues me parece que hablaran de otro país.
Francamente, unas veces me irrita y otras me causa gracia el facilismo con el que estos señores generalizan. En su errada percepción, ellos creen que porque algunos comen bien y ganan bien, el resto debe estar igual.
El estar bien no es sólo una sensación o una cifra estadística de resultados macroeconómicos, sino un hecho concreto que significa que la mayoría de peruanos tiene un mejor nivel de vida, con bajo índice de criminalidad y violencia.
Ahora bien, ensayaré algunas respuestas a mi pregunta inicial, basado, no en argumentos de especialistas ni expertos, de esos que abundan en las altas esferas del poder y que nunca resuelven nada, sino más bien, en mi propia vivencia y experiencia que ya tienen un buen peso, dejando en claro, que de ninguna manera son las únicas. Imagino que cada quien tiene sus propias respuestas, desde su propio punto de vista, y por supuesto, tal vez no coincida conmigo, pero el abanico de respuestas se abrirá y será más fácil encontrar la solución al problema.
Los peruanos estamos mal:
1. Por los malos gobiernos
Nuestro país, a lo largo de su vida republicana, con pocas excepciones, ha tenido una serie de malos gobiernos y malos gobernantes. La mayoría aplicó políticas ajenas a nuestras realidades y privilegiaron sólo el desarrollo de la costa. Concretamente, siempre o casi siempre por decirlo de otro modo, el desarrolllo se centralizó en Lima y las principales ciudades costeras. Si se hubieran atendido la sierra y la selva con igual esmero, hoy no estuviéramos viviendo una migración masiva de estos habitantes a la costa, las principales ciudades costeras no hubieran tenido que soportar tanta tugurización y no hubiera tanta pobreza.
Otros de los males fueron la improvisación y la falta de políticas de estado de largo plazo. Cada vez que un nuevo gobierno se instalaba en el poder, dejaba de lado los logros de su antecesor y empezábamos de nuevo. Así se ha continuado hasta nuestros días.
Hoy, todos pagamos el costo político de lo que se dejó de hacer ayer, y nos hemos dado cuenta que el desarrollo regional es un imperativo inaplazable. Infelizmente el atraso ya está dado y ahora tenemos que pensar en avanzar a trancazos si no queremos perder el tren de la modernidad y el desarrollo.
2. Porque somos una mezcla de razas increíblemente contradictoria
Siempre olvidamos fácilmente y, aún conociendo a los gobernantes corruptos, en lugar de darles la espalda, los apoyamos y volvemos a elegir. Parece que nos gusta que pisen nuestra dignidad y maltraten nuestra autoestima. Así, nosotros mismos vamos de equivocación en equivocación sin tener cuando aprender.
Ya es tiempo que aprendamos a elegir con conciencia, sopesando la capacidad, trayectoria y moral del candidato, que nuestro voto sea un voto reflexivo, y que no sea un voto por consignas o atributos físicos del candidato.
3. Por la falta de integración
La sociedad peruana está muy dividida y disgregada en segmentos poco conciliables, por las enormes diferencias, que se han acentuado en los últimos años por diversas razones. Hay segregación racial, poco amor a la patria, y un fuerte apego por lo extranjero, además de un gran egoísmo.
El peruano envidia el éxito de un compatriota, celebra su caída y alaba todo referente extranjero.
No está demás recordar: que nada son las partes sin el todo y nada es el todo sin la integración de sus partes.
Si todo esto cambiara, otra sería la realidad de nuestro país.

jueves, abril 05, 2007

FRANCAMENTE

Quién ha enseñado al hombre
que matar un semejante
es civilización,
que el abuso es democracia,
que encomendarse a Dios es redención.

Quién ha enseñado al hombre
que acallar un grito moribundo es paz,
que un diablo es el cordero
y su hoguera la felicidad.

Quién ha hecho creer al hombre
que en absoluto,
es el dueño de la partitura de la vida.